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La vivienda habitual y la segunda residencia en la herencia pueden tener un tratamiento diferente en cuanto a impuestos se refiere.
Para saber el tratamiento en cuanto al Impuesto sobre Sucesiones y Plusvalía es necesario saber cuándo se considera vivienda habitual un inmueble y las diferencias entre vivienda habitual y segunda residencia en la herencia.
Cuándo se considera vivienda habitual
El concepto de vivienda habitual tiene una estrecha relación con el tiempo que se ha pasado viviendo en ella. De esta forma, para que un inmueble se considere vivienda habitual debes haber vivido en ella durante, al menos, tres años.
En el caso de una vivienda de nueva construcción, el tiempo de residencia en ella para que se considere vivienda habitual es de 12 meses tras la adquisición.
Aunque no se cumplan los plazos establecidos se puede considerar vivienda habitual si el contribuyente:
- Fallece.
- Se casa o se divorcia.
- Se traslada por motivos laborales.
- Cambia de vivienda por circunstancias que le obligan a ello. Por ejemplo, debido a una incapacidad propia o de un familiar.
- En caso de tener varias viviendas, también se considera vivienda habitual si se ha residido más de 183 días al año en ella.
Es posible incluir los inmuebles anexos, como es el caso de los trasteros y las plazas de garaje. La única condición es que deben encontrarse en el mismo edificio y en el momento de la adquisición fueran inseparables de la vivienda.
Cómo acreditar la vivienda habitual
Para acreditar que una vivienda es residencia habitual es importante conseguir el padrón. A pesar de ello, el padrón en sí mismo no demuestra nada. Es decir, el empadronamiento no es un elemento suficiente para acreditar la residencia y vivienda habitual en un determinado lugar.
Existen otras pruebas que permiten acreditar la residencia de una persona que se encuentra empadronada en una vivienda:
- Correspondencia bancaria del contribuyente.
- Dirección que aparece en su DNI.
- Declaración de la Renta donde aparezca la dirección.
- Escrituras notariales.
- Certificado del presidente de la comunidad de vecinos confirmando que la residencia del susodicho se corresponde con su vivienda habitual.
Si se presentan todos, o al menos varios de estos documentos, el contribuyente conseguirá una prueba de residencia habitual en esa vivienda. Esto constará a efectos de la Agencia Tributaria.
En el caso de residir en un lugar en el que no se está empadronado también es posible demostrar a Hacienda que ésa es la vivienda habitual. Algunos de los documentos de prueba son:
- Recibos de la comunidad de propietarios.
- Certificado de centro de trabajo.
- Libro de familia que demuestre que los hijos del propietario nacieron en el lugar de la vivienda.
- Recibos de la luz, gas o Internet.
Diferencias entre vivienda habitual y segunda residencia en la herencia
Cuando se hereda una vivienda es necesario pagar el Impuesto sobre Sucesiones. Este tributo está cedido a las Comunidades Autónomas, por lo que será necesario aplicar la normativa estatal y la autonómica, en función de donde se encuentre ubicado el inmueble.
Además, cuando se reciben en herencia inmuebles también habrá que presentar el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como Plusvalía.
Impuesto de sucesiones
En el Impuesto sobre Sucesiones existen diferencias en función de si lo que se hereda es vivienda habitual o segunda residencia.
La Ley del Impuesto sobre Sucesiones permite a los herederos con cierto grado de parentesco aplicar una reducción en el tributo de hasta el 95%, con un importe máximo de deducción. Para ello el heredero debe ser el cónyuge, ascendientes o descendientes de aquel, o pariente colateral mayor de 65 años que hubiese convivido con el causante durante los dos años anteriores al fallecimiento. Y, además, habrá que mantener la adquisición durante los 10 años siguientes al fallecimiento del causante, salvo que falleciera el adquirente dentro de ese plazo.
Las Comunidades Autónomas pueden ampliar subjetivamente los beneficiarios, ampliar el porcentaje de reducción o el límite máximo de reducción, o disminuir los requisitos para su aplicación, pero no al contrario. Es decir, pueden mejorar las deducciones existentes a nivel nacional pero no empeorar lo que establece la normativa estatal.
Por tanto, para saber las condiciones que se aplican en el Impuesto sobre Sucesiones, es necesario tener en cuenta si la vivienda heredada está considerada residencia habitual y el lugar donde está ubicada.
Plusvalía
El Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como Plusvalía, es un impuesto de carácter local, por lo que cada Ayuntamiento establece el importe a pagar por los terrenos y los inmuebles situados en su territorio.
Pueden existir reducciones en algunas localidades si la vivienda está considerada como residencia habitual. Como hemos visto, la vivienda habitual y la segunda residencia en la herencia pueden tener un tratamiento diferenciado en cuanto a impuestos se refiere. El tratamiento como vivienda habitual está muy relacionado con el tiempo durante el que se resida y en el Impuesto sobre Sucesiones pueden aplicarse importantes reducciones en caso de que sea considerada residencia habitual.
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