Ser residente fiscal en un país no significa automáticamente ser no-residente ante hacienda en otro país.
Cuando los ingresos de una persona residente provienen en su mayor parte de otro país, puede que esta persona sea residente fiscal también en el otro país. Esto está reglado en las respectivas leyes sobre la Renta de las Personas Físicas de cada país y no, como sería de esperar, en los convenios de doble imposición. Todo depende del porcentaje y tipo de los ingresos en cada país.
Así que hay que estudiar cada caso en concreto.
En Alemania es el 90%. O sea, cunado los ingresos de un residente en España provienen desde Alemania en un 90% o más, entonces la persona puede solicitar ser tratado en Alemania como residente fiscal aunque no viva allí. Así es residente a efectos fiscales en dos países España y Alemania. Los casos suelen ser pensiones de jubilación o ingresos por alquileres, etc.
¿Para qué sirve esto?
Generalmente como no residente no se tiene los mínimos exentos de tributación. Se tributa desde el primer euro. La ventaja es precisamente gozar de estos mínimos exentos para bajar la presión fiscal.
El procedimiento es a través de un certificado emitido por la autoridad fiscal del país de residencia efectiva mediante el formulario Eu/EWR.